Los libros son como las hogueras que empujan la noche hacia el bosque
Tras el contacto con una entidad extraterrestre, Federico Stahl, el protagonista de esta novela, se obsesiona por recordar qué sucedió durante aquel encuentro. Esta búsqueda lo llevará por playas, selvas, hospitales, manicomios, túneles y laberintos. Espacios liminales y subterráneos, los escenarios predilectos del terror del siglo XXI.
Stahl cree que ese contacto lo puede haber infectado por un virus extraterrestre que llaman «la enfermedad», una especie de mutación compleja que destruye la mente del enfermo y consigue que el lenguaje se le vuelva perturbador, causando terror en quienes lo escuchan e invadiéndolos a través de las palabras pronunciadas.
Sanchiz inscribe su novela en la tradición weird lovecraftiana que propone entidades alienígenas de una temporalidad inconcebible para la efímera humanidad, seres indescriptibles que pueden enloquecer a quien se anime a atisbarlos.
Verde es un pequeño engranaje (autónomo y consistente) de un enorme artefacto que Sanchiz viene construyendo desde 2008: una novela total con múltiples dimensiones en donde Federico Stahl es animado una y otra vez. Verde es, además, una novela llena de resplandores y luminiscencias que nos permiten intuir qué tan extraña puede ser la literatura en nuestro continente.
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Tras el contacto con una entidad extraterrestre, Federico Stahl, el protagonista de esta novela, se obsesiona por recordar qué sucedió durante aquel encuentro. Esta búsqueda lo llevará por playas, selvas, hospitales, manicomios, túneles y laberintos. Espacios liminales y subterráneos, los escenarios predilectos del terror del siglo XXI.
Stahl cree que ese contacto lo puede haber infectado por un virus extraterrestre que llaman «la enfermedad», una especie de mutación compleja que destruye la mente del enfermo y consigue que el lenguaje se le vuelva perturbador, causando terror en quienes lo escuchan e invadiéndolos a través de las palabras pronunciadas.
Sanchiz inscribe su novela en la tradición weird lovecraftiana que propone entidades alienígenas de una temporalidad inconcebible para la efímera humanidad, seres indescriptibles que pueden enloquecer a quien se anime a atisbarlos.
Verde es un pequeño engranaje (autónomo y consistente) de un enorme artefacto que Sanchiz viene construyendo desde 2008: una novela total con múltiples dimensiones en donde Federico Stahl es animado una y otra vez. Verde es, además, una novela llena de resplandores y luminiscencias que nos permiten intuir qué tan extraña puede ser la literatura en nuestro continente.